La realidad solo visible al intelecto




DE LAS RELACIONES ENTRE , GENERO Y SUSTANCIA
IN RE

La respuesta a los misterios de la physis, aún es insondable para el hombre a pesar de los grandes avances en la ciencia y la técnica. Subsisten fenómenos que nos maravillan todavía hoy, a pesar de las explicaciones científicas. Cronológicamente, los magnos filósofos articularon compendios de sabiduría sin precedentes, a partir de  la contemplación natural.
La physis es para el hombre el primer objeto de estudio, por que alude la existencia de lo impredecible, que en primera instancia excede a la razón. Durante la edad media se intensifico, el problema de los universales, que alcanzó niveles tan elevados, en comparación a las nociones del pasado, como lo concibiese un pequeño texto, la isagoge de Porfirio, introducción a las categorías de Aristóteles. Toda la cuestión se sintetiza en conciliar el proceder lógico hacia el ontológico y viceversa.
Aquel dilema, es también una pregunta por el conocimiento, ya que compete a su status de realidad. Su existencia es innegable, pero entonces ¿cómo comprender su existencia? como lo que existe, pero no es tangible, sino formal, existente en nuestro intelecto, o posiblemente son en la realidad en cuanto están presentes en las cosas, y de modo holístico, la inteligibilidad, comprende que es real, porque está implícita y se manifiesta en las cosas
La realidad es el espacio del cual emerge el conocimiento, en el mundo existen cosas, todas aquellas poseen una propiedad en común, tienen el ser, presente en condición material, o inmaterial, el cual constituye parte fundamental de su naturaleza. Y el concepto “SER” es, a la vez lo más complejo y universal in re (en las cosas)
En un conjunto de objetos, él es una cualidad que los enlaza, un atributo único que aunque distingue uno de otro, no excluye las demás características, así también él es uno de muchos aspectos del ser. Por lo que el universal es la generalidad de un particular, sea un particular cualquiera, y es la existencia pura de la cosa o a manera de metáfora, la huella de la realidad impresa en el intelecto, un cierto grado de trascendencia o más bien, la sombra de las cosas.  
Cualidad presente que subyace en toda la physis y ligado a la esencia de las cosas (el quid) aunque no por los accidentes, porque sin duda el hombre no conoce el efecto sin la causa, como no se conoce la luz sin el Sol. Sin embargo como en toda ley, existen excepciones a la regla, siendo lo único, su contradictorio.
Lo abstracto subyace en las palabras anteriores, en razón de que la esencia, no es una cosa que se presente en la realidad sino que es un ente de razón, del cual ampliare más adelante.
En la realidad, el particular es contingente en cuanto materia física (existe o no existe). Por consiguiente el universal está en las cosas sensibles y no sensibles. Por ejemplo en el conjunto sensible: Juan, Pedro, María, etc. o Marte, Júpiter, Saturno, etc. Hombre y planeta son el universal respectivamente.
Y del orden no sensible: los números, que no existen en el mundo, como entes físicos sino que los deduzco de modo indirecto, por ejemplo: en el acto de observar los arboles de un parque, se afirma: Aquellos cuatro árboles. Significa que la exclamación “cuatro arboles”  implica un raciocinio, los aprehendo en la mente obteniendo información precisa, los números se encuentran en la naturaleza de forma indirecta, no son sensibles sino por un razonamiento y así mismo con otros conceptos, por lo cual el hombre en su necesidad de agrupar la realidad la cuantifica y la cualifica, siendo las palabras estrictamente abstractas.
Entonces el hombre por el intelecto, construye, los universales, ¡NO! Sino que están “consubstánciales” en él y la naturaleza. Y así distingue que son conocidos por lo sensible y lo no sensible. Ya que, están implícitos in re son de carácter natural y lo natural es también cualidad propia y característica de una cosa, por lo que aunque lo conozco mediante la experiencia, la inteligencia le ayuda a descubrirlos pero también a crear nuevas nociones gracias a que la razón está siempre en potencia de ir hacia que aun ignora. No son invento del hombre sino que son del orden natural e inmutable. En última instancia en la mente humana, la razón, es aquel principio más noble del hombre y que en trazas y vestigios de razones débiles descubre su propia capacidad inteligible gracias a los fenómenos de ritmo, orden y repetición en el mundo que lo rodean. Aquellos provienen también de una inteligencia aun mayor a la humana infiriendo finalmente, a la cual hemos llamado Dios.
Así que el universal, es un conocimiento que se presenta, in re, como real, y por lo cual contingente, más el intelecto, abstrae el elemento que no cambia, la propiedad eterna, su inmutabilidad, a pesar de la condición corpórea que tiene en el mundo. Entonces el universal está en in re sin ser la cosa. Esa característica, se percibe por medio de la experiencia, es real (en primera instancia) porque es en la materia física. Pero es formal, lógica cuando la pienso, en la mente, aun sin ser real como cuerpo abstracto. He aquí el problema, el cambio de status real a formal, un paso especial de lo empírico a lo metafísico. Aquel conocer parte de la experiencia pero es adquirido indirectamente así el universal subyace in re como cualidad visible solo al intelecto.  (Una realidad visible de una invisible)
Al contemplar la naturaleza se infiriere la regularidad de la physis, prueba de un acto ordenador, por medio de un ejercicio intelectivo, se determinan: los signos conocidos que son primeramente naturales no provienen de la mente sino que están fuera de ella y al aprehenderlos la razón adquiere una primera experiencia del mundo. Y la experiencia siempre es de lo temporal, por lo que el verdadero conocimiento es de lo intemporal, inmanente, eterno e inmutable. Para demostrar su existencia, la inteligibilidad los enfoca indirectamente pero es por la experiencia que conozco sus efectos tal como afirma Santo Tomas en la Suma teológica.
Como son los fenómenos naturales físicos como el oxígeno o el viento. Y aún más abstracto, valores como el respeto, honradez. Así también sentimientos como amor, tristeza etc. Todos ellos sin lugar a dudas existen, son reales por que se perciben a posteriori aunque no son observables a simple vista.
Un intento de respuesta a la pregunta problema radica en la suposición, de una bilocación presente en el universal, la propiedad de estar aquí (en tal o cual cosa) y a la vez en todas las demás (del conjunto y del universo). Al tener esta doble propiedad va en contra de todos los principios lógicos, el de no contradicción, el de identidad y especialmente, la tercera vía de Parménides Tanto “ser” en lo contingente in re como en lo inmutable. Conocido siempre  a posteriori. Y que de ninguna manera se comprende como un flactus vocis. Finalmente, los entes abstractos (universales) poseen propiedades tan abstractas que su delimitación conceptual, es vaga y que se entiende mejor en lo universal. Ya que su significado real no se agota en palabras humanas prediciendo una limitación en el lenguaje.
Es similar a lo que sucede con algunas partículas cuánticas (superposición), que poseen la cualidad de estar en dos lugares a la vez, una paradoja: ser en todas partes y en ninguna, de acuerdo a las teorías de Schrödinger, del mismo modo con el principio de incertidumbre de Heisenberg, en el cual un electrón cualquiera, no tiene un lugar determinado en la continuidad del tiempo y espacio por que sucede en condiciones ínfimas por lo reflejan, un conocimiento superior, el logos supremo.


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