Cadent Latest Utopie La Ultima Utopia Derribada
BY il raíz.
A cada instante, en lugares
distantes y fortuitos suceden cosas inimaginables.
Una de aquellas cosas, esta quizá en nuestro pensamiento,
a medida que imaginamos el futuro, maquinas con inteligencia artificial,
grandes adelantos tecnológicos, trasportes que sobrevuelan nuestros hogares, el
futuro nos depara grandes esperanzas y retos.
Nuestra conciencia es quien construye y deconstruye la
realidad, allí se hace evidente el desarrollo de las ciencias, pues surgen de
ella como producto del ejercicio cognoscitivo. En palabras de hume “las
ciencias se relacionan en mayor o menor grado con la ciencia de la naturaleza
humana.”
De modo que quien ejerce la autoridad es la razón, Husserl
en el mismo plano que Humé propone una nueva ciencia desprovista de todo
dogmatismo, que en la actualidad repercute en la ciencia como todo aquello que
carece de sustentabilidad demostrable ya sea por medios matemáticos o
científicos.
La crisis que representa la incompatibilidad del dogma
como indemostrable se torna en un callejón sin salida, del cual la mayoría abandona. Sin embargo, es de la consciencia
misma que surgen los actos de lo sublime.
Ahora ya no importa la verdad de los actos sino solo su
validez y praxis, Una buena traducción en los tiempos contemporáneos son las
distintas posibilidades que nos ofrece el inmenso engranaje de cables e
impulsos eléctricos decodificados en un sistema regido por ceros y unos,
llamado internet.
Si bien la sociedad ha buscado desde los griegos una organización
que lleve a todos al bien común, un sistema de gobierno capaz de ejercer el
dominio hacia los demás sin quebrantar su libertad.
Históricamente la teoría política ha incrementado el
pensamiento de un espacio ideal, como lo propone el príncipe de Maquiavelo o el
Leviatán de Hobbes sin embargo como si fuese una paradoja encuentran que la
realidad es muy distinta al ideal. Ya que la importancia
de la certeza desaparece y la verdad resurge como instante existencial y
subjetivo. Allí no hay contradicción sino choque, y la razón cae en lo incierto
al intentar resolverla.
Desde que se produjo la corriente eléctrica hasta los
sofisticados lenguajes de programación, el flujo de información generado por la
internet como una red que se extiende hasta los confines de la tierra y quizá más
allá, surgió como la idea de compartir información y acceder a ella desde
cualquier parte del mundo.
Una idea disparatada para muchos, pero genial para otros,
la web como la conocemos hoy en día, pretendía ser una sociedad en donde el
orden y la lógica fuesen sus principales fundamentos de gobierno, un espacio
donde el error no tuviera cabida y donde el dogma fuese una estrella fugaz que
se escapa frente al abanico de posibilidades que ofrece, como un estado ideal
donde todos pueden acceder a la información y a su vez la pueden compartir, una
perfecta utopía donde no podría haber desastres, donde todo estaría seguro y su
capacidad de regulación fuese autosuficiente, pero como todo sistema construido
por la mano del hombre tiende a derribarse, como en los tiempos de Babel, el
internet pretendía unificar a la sociedad, tener una sola lengua, volver a
construir aquella torre, un espacio donde la humanidad puede llegar a la
cúspide del cielo.
Sin embargo así como en Babel fue confundido el lenguaje
por mano de Dios según la sentencia, “Bajemos y confundamos al hombre en su
lengua, pues si se dejase en la libertad ningún proyecto que emprendiesen les sería
imposible” esta metáfora, nos ayuda a comprender quizá la imposibilidad de la utopía
pues de algún modo el universo sabrá como, por qué, y para que truncar las proyectos humanos, la última utopía
que el hombre pretendía construir “el internet” fue derribada por el mismo
sistema, quienes compilaron los lenguajes de programación también sabían que
los algoritmos podían alterarse y de alguna manera surgieron los virus
informáticos que desmantelaban en cuestión de segundos toda la información recopilada.
El internet que gozaba de una estabilidad paradisiaca se
vio envuelta por esta plaga repentina, pues de un momento a otro el caballo de Troya
envuelto como un regalo se transforma en amenaza destructiva.
Ante la situación
Heidegger nos hablaría del olvido del ser, y nosotros le refutaríamos,
¿quién es aquel ser? acaso somos nosotros mismos o es alguien más. De esta
forma el hombre ha dejado de confiar en sí mismo y por lo tanto en la palabra
pues es más fácil escribir un mensaje que enfrentarse al otro, hemos dejado de
lado nuestra propia capacidad racional para dejarnos llevar por el flujo de la
vasta información que se genera a cada instante a través de las redes sociales.
El ser humano ha subestimado su propio conocimiento, pareciese que se ha olvidado
de la inconmensurabilidad de la su naturaleza, en un ejemplo cotidiano nuestra
vida transcurre entre las actividades diarias y la rutina, pero nos hemos
preguntado qué sucede al otro lado, nuestra imaginación predeciría una lluvia
en las montañas del Everest o un hermoso atardecer en las costas del Ganges,
esta posibilidad abre paso a otra escala, si hoy sentimos en la el frio de la
lluvia, nos sentiríamos como hormigas si pensásemos lo que acontece en la
estrella M10 de la galaxia SK-212.
La www es el resultado de los esfuerzos
de la genialidad humana, inmersa en la razón, y es la razón quien nos lleva a
las cumbres de la inteligencia, un vehículo que Puede ir más allá de la inteligencia a través
de la FE.
Sin que la razón quede desprovista de su razón,
pues en principio la razón pareciere no tiene
lógica.
La esperanza de la
humanidad fue de nuevo truncada, así por el hecho de no ser tangible, fue necesario
un concepto nuevo, el ciberespacio, como representante de la virtualidad, intangible
pero que sin embargo existe a través de los miles de cables de cobre y fibra
óptica que llenan el planeta, y como todo evoluciona o progresa. Germina el Wi
fi responsable de una inmensa telaraña que se extiende hacia los confines de la
tierra, pero esta red es ahora invisible a nuestros ojos pues, la utopía se
levanta de nuevo.
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