LA PARADOJA EXISTENCIAL

 LA PARADOJA EXISTENCIAL

 LA PARADOJA EXISTENCIAL

Las paradojas son introducidas por Zenón de Elea como una defensa al pensamiento de Parménides que niega la veracidad del mundo sensible el ser "es" y no puede no "ser". 

Existen tres clases de paradojas la lógica, la psicológica y la existencial. En la paradoja existencial la importancia de la certeza desaparece y la verdad resurge como instante existencial y subjetivo. No hay contradicción sino choque, si engendra o refleja lo absurdo lo hace en un sentido de absurdo distinto de lo lógico o lo semántico estas paradojas se presentaran en el existencialismo. 

San Agustín de Hipona no menciona la paradoja aunque si indirectamente para el no importa que el cristianismo parezca ser absurdo puesto que busca una verdad que no solo satisfaga su mente, sino a su corazón. Él encuentra la verdad en el cristianismo para él la fe es lo que apoya y da sentido a la razón. 

Blaise Pascal en sus escritos trata entre sus temas de reflexión al hombre predicando que es  conocedor de grandeza e ignorante de su miseria y viceversa el hombre es un ser contradictorio porque es grande y miserable al mismo tiempo como el mismo afirma es un extraño amasijo de loable grandeza y censurable miseria una paradoja lógica, un monstruo incomprensible incluso para mí mismo. 

La paradoja en Sӧren Kierkegaard parte del acto de Abraham interpretándolo como una acción de supremo egoísmo ya que por salvar su alma acepta sacrificar a su hijo. El mayor amor a si mismo convive con el mayor amor al otro (Dios). Es la paradoja de la fe que consiste, en el hecho de que el individuo es superior a lo general concluyendo que la fe es paradójica y absurda. Ahora bien,la paradoja existencial toma el camino de lo absurdo en los tres autores por que la paradoja es la pasión del pensamiento  la razón cae en lo incierto al intentar resolverla, como lo hiciese en el pasado con otros el pensar la diferencia absoluta. 

En suma aquello, que es desconocido e inaccesible para la razón, invita al desafío de ser pensado pero no quiere decir que la respuesta encontrada sea verdad por lo tanto afirmar la realidad de una manifestación cualquiera del "no ser" conduce a conclusiones aún más paradójicas.